Para una experiencia auténtica, elija una de nuestras encantadoras habitaciones.
Además de una cálida bienvenida, le mimaremos con deliciosos desayunos y ¡quizás incluso con una pequeña sorpresa del chef! Es posible que tus anfitriones incluso tengan buenas direcciones y anécdotas jugosas para compartir (¡cuidado con las historias de marineros!).
Disfrute de su café de la mañana en un jardín florido, mientras escucha las fascinantes historias de sus anfitriones sobre la vida local. Quizás te hablen de ese pequeño restaurante escondido donde sirven los mejores mejillones con patatas fritas de la región o de esa playa secreta donde los atardeceres son impresionantes.
Alojarse en una habitación de huéspedes es una oportunidad de experimentar la cultura normanda de cerca. Descubrirás tradiciones locales, probarás especialidades regionales y, quién sabe, ¡quizás incluso aprendas algunas expresiones normandas para impresionar a tus amigos cuando regreses!
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