En 1825, Trouville era un modesto puerto pesquero de antigua fundación que se organizaba en torno a 5 criaderos de ostras. No fue hasta 1847 que este simple puerto se fusionó con Hennequeville para formar la ciudad de Trouville-sur-Mer.

La estación entonces adquirió algunos notoriedad con la llegada de los artistas como Charles Mozin.

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Avant

La autenticidad del pequeño puerto pesquero y la arquitectura de Trouville

Trouville-sur-Mer se ha convertido en un ciudad muy viva y dinámica a través de los siglos. Sin embargo, ella sabía conservar su encanto de un pequeño pueblo de pescadores.

El puerto pesquero cuenta con una pequeña flota de 25 arrastreros y los pescadores perpetúan la tradiciones artesanales.

La historia de la ciudad aún hoy es perceptible a través de sus arquitectura, Su callejuelas pintorescas y la atmósfera que emana de ella. Esto es lo que lo hace tan agradable y auténtico.

Sus pequeños pasajes, calles sinuosas y callejones sin salida todavía están presentes hoy. Albergan bonitos edificios de colores o con entramado de madera. también hay típicas casas de pescadores de la época, estrecho y alto con una habitación por piso.

Otra construcción que testimonia la historia arquitectónica de la ciudad es el pescadería. Antes de la que conocemos hoy, se había construido una primera, de madera, en 1840. Otra, de metal, la había sucedido en 1880.

De estilo neo-normando con entramado de madera y ladrillo, la lonja de pescado tal como la conocemos hoy en día fue construida en 1937. Está incluida en la lista anexa de Monumentos Históricos desde 1991. Esto ha tenido el efecto de proteger el zona del puerto pesquero, que conserva así todo su encanto y autenticidad.

Rue des Bains y sus pequeñas tiendas

La rue des Bains, esta pequeña calle principalmente peatonal, acoge muchas terrazas y tiendas. Es un barrio lleno de encanto que encarna el ambiente familiar y auténtico del resort.

Tiendas de productos regionales se codean con pequeñas boutiques de moda para crear un ambiente ligero y agradable.

La ciudad te recuerda constantemente su pasado artistico. Las galerías de arte, los dibujos de las paredes, así como los marchantes de arte y sus talleres de pintura, hacen de Trouville-sur-Mer un lugar único lleno de historia.

Una ciudad animada y encantadora que te llevará en un viaje a través de los siglos y te ofrecerá un descanso atemporal.